
Profesora, cofundadora de Lirmi.com y directora de Lirmi Academia
La verdadera transformación digital en la educación
Fuente: Emol, El Comentarista Opina
De acuerdo a un estudio de Mckinsey la pandemia aceleró 7 años la adopción de la digitalización. Esta aceleración evidentemente impacta las prácticas educativas.
Es decir, los profesores y las instituciones de educación nos vimos forzados a vivir un escenario digital anticipado que se proyectaba para el año 2027, un cambio que hace aún más evidente la necesidad de actualizar el paradigma en educación.
Hoy nuestro sistema está preparando a los jóvenes del 2040-2045, lo que implica un gigantesco desafío para nosotros -las profesoras y profesores-, los gobiernos y toda la sociedad.
Pero no tenemos que confundirnos.
La educación digital del futuro -que realmente prepare a los jóvenes- no debe interpretarse como el uso de Zoom, Google Meet o aula virtual, ni mucho menos pizarras interactivas o bigtable.
Sino, tiene mucho más que ver con profesores preparados, metodologías de aprendizaje activo y procesos de enseñanza-aprendizaje centrados en el estudiante, asíncronos y personalizados.
Según la UNESCO, en el mundo existen más de 250 millones de estudiantes que no tienen acceso a educación o si lo hacen, no adquieren los conocimientos mínimos.
Los motivos son diversos pero principalmente: falta de infraestructura, ausencia de materiales adecuados y aprendizaje no pertinente.
La educación en línea permite romper muchas de estas barreras, llegando incluso a sectores remotos y democratizando así la educación.
Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer.
Muchas de las decisiones en colegios, liceos y universidades todavía siguen basándose en la intuición o datos de poco valor.
Lograr mejores aprendizajes requiere de decisiones basadas en datos correctos y oportunos, y tecnologías que realmente se centren en apoyar el aprendizaje, para permitir cambios estructurales.
El nuevo escenario post pandemia permitirá dirigir el esfuerzo hacia una educación personalizada, un concepto que se habla desde hace muchos años, pero que recién hoy tenemos la tecnología para ofrecer una experiencia de aprendizaje de este tipo, que se adapte al ritmo del estudiante y permita obtener un aprendizaje significativamente superior.
Tiene poco sentido -más aún en pandemia- que todos los niños tengan que aprender lo mismo y en el mismo momento, por ejemplo a través de las clases en vivo.
Las realidades familiares, de conectividad e interés del estudiante son distintas, por lo tanto debemos ser capaces de impulsar el aprendizaje de tipo asincrónico que otorga mayor flexibilidad.
Otro aspecto que no hemos percibido es que cuando se habla de “habilidades para el siglo XXI” nos imaginamos un futuro lejano, algo que alguien tendrá que hacer.
La mala noticia es que llevamos consumido un 20% de este siglo veintiuno y solo un porcentaje menor de instituciones y profesionales están aplicando metodologías de aprendizaje activo.
La formación profesional docente efectiva es una urgencia inmediata y una responsabilidad de cualquiera que desee ser un profesional de la educación.
Aún estamos a tiempo de tomar con responsabilidad la transformación digital de la educación, y entender que el cambio que queremos ver en el mundo, debemos hacerlo primero nosotros.
Esta es una invitación a todos quienes amamos la educación, a repensar nuestro sistema educativo y prácticas pedagógicas.

Isabel Loncomil Profesora y directora de Lirmi Academia
